UN DIA DESPUES

...de Navidad, heme aqui, en cama, víctima de un virus del resfriado común que sin embargo me ha tenido maltrecho desde el domingo pasado.

Encerrado en mi buhardilla, y manteniéndome inactivo, casi sin voz, bebiendo líquidos, y aún teniendo los ojos llorosos a causa del resfriado, he podido sin embargo mirar una serie de documentales del Discovery y del History Channel (mis canales preferidos en cable). En varios de ellos he encontrado referencias al tema que nos ocupa aqui: la realidad virtual. En uno de ellos se hablaba de los videojuegos y su evolución, del uso de simuladores en el entrenamiento de pilotos civiles y militares y en otros, acerca de las consecuencias de poder imaginar ahora, las soluciones a los problemas presentes y del mundo futuro, digamos dentro de 50 años.

En estos días de "descanso" y fiebres y una moquera impresionante que me ha hecho terminar 4 rollos de papel higiénico de 50 metros cada uno, he estado con mis hijos a ratos, vía webcam en elMSN messenger. Siempre que hablo con ellos, pienso en la vida que les va a tocar abordar, en los trabajos que van a elegir dentro de poco, y la forma como tratarán cada situación. En eso anda la actual generación de adolescentes y nosotros como padres, un tanto inquietos de saber si los estamos encausando por el camino correcto.

Por una parte, me agrada ver que cada uno de mis hijos se entiende bien con la computadora en casa. Alguna vez, no hace mucho, mi hijo varón me dijo un truco sencillo para captar imágenes y transmitirlas. Nadie se lo dijo a él, simplemente lo descubrió. Mi hija, por su parte ya terminó de aprender el PSP y ahora intenta con el Photoshop. Sus trabajos me hacen ver que podrá hacer cosas impresionantes, hasta donde su imaginación se lo permita.

Y he aqui un punto importante.

La imaginación que les permitimos a nuestros hijos poseer, en plena libertad creativa, sin sentirnos "pasados a llevar" para que ellos puedan hacer a su edad cosas que nosotros ni soñábamos en esa misma etapa de nuestro crecimiento.

Yo estoy metido en el ambiente de las computadoras desde 1983. En esa época faltaba poco para que el computador personal llegara a las tiendas, con una "poderosa" memoria de 256Kb y manejando la información en diskettes de 8 y 5 1/4". Yo ya pasaba de los 25 años de edad y sin embargo me fascinaba poder explorar, como jugando, todo lo que aquellos equipos nos brindaban. Y ese fue el quid. "Como jugando" y asi lo he tomado siempre y quiza por eso me gustan los computadores y quiza por eso les gustan también a mis hijos y a los hijos de muchos otros de mi edad.

Sin embargo, es sabido (y tambien en mi familia cercana sucede) que algunos adultos siguen afirmando que "no necesitan para nada" ni las PC´s y mucho menos internet. Y ellos tienen hijos que de alguna manera se encuentran ante un conflicto, pues ven a niños de su edad manejando estas herramientas pero las evitan porque ven que mamá o papá se conflictúan cuando se menciona siquiera alguno de esos conceptos en casa.

Respetando la idiosincrasia individual, es sin embargo quizá un deber apuntar a que no podemos mantener a nuestros hijos lejanos a lo que está sucediendo. Si ya la situación presente, en estos últimos días del 2007 apuntan a que la situación de todo el planeta no es para nada sencilla y que la ignorancia cierra de por sí puertas a quienes no se han preparado, ¿qué están provocando estos padres que por temor, ignorancia, ideas particulares, les niegan el acceso a sus hijos a la informática? Las herramientas se han creado para que nos sirvamos de ellas. Aprender a usarlas nos permite situarnos en un entorno real, actual, tangible y necesariamente verdadero... por mucho que la realidad virtual sea tan solo una parte pequeña de esas mismas herramientas.

Sólo fomentando en nuestros hijos la curiosidad que ellos traen de forma innata y que les permite visualizar las cosas en formas que nuestro criterio adulto nos impide ver o entender, es que podremos ir creando un mejor futuro a partir de este momento. De hecho, ellos mismos se lo van creando y supongo que así seguirán, sea que nos sintamos afectos a la web o no.

Si usted es uno de esos padres (cosa que dudo, porque por algo ha llegado a esta página), medítelo. No les cierre el camino hacia el conocimiento. Internet no es de niguna manera todo en la vida, pero sí es una herramienta poderosísima en toda fase de aprendizaje, sea que lo capte o no.

Es mas, mírelos jugar, y si le nace, póngase a jugar en compañía de ellos. Con suerte aprenda algo diferente gracias a la visión fresca y nueva de sus propios retoños.

Y bien, despues de esas "sesudas" cavilaciones, me vuelvo a la cama, que casi ni puedo ver el teclado y la pantalla.